Un gesto desesperado de una mamá activó la sensibilidad de Karina que le avisó a sus manos que también podían sanar con lana y ganas. Olga unió, unió, unió… Juntas –la angustia, la conciencia y las acciones– empezaron a transformar realidades frías en calorcito imprescindible. Entonces confiaron en que otras almas podrían sumarse al ritual del abrazo y lo hicieron.
Hoy la doctora Karina celebra una certeza: algunos contagios son maravillosos ¡y muy recomendables!
La Dra Karina Rodríguez trabaja en el servicio de neonatología del Hospital Municipal de Morón. Un día como cualquier otro, hace diez años atrás, mientras realizaba su guardia de los días sábados, le pidieron que bajaran al servicio de vigilancia para salir de testigo porque una mamá se estaba llevando una manta del hospital.
Cuando llegó al lugar se encontró con una mujercita llorando mientras explicaba que no tenía otra alternativa para abrigar a su bebé recién nacido, y al personal cuyo trabajo consiste en cuidar el patrimonio del hospital, cumpliendo con su tarea, pero con gran angustia frente a esta circunstancia.
“En ese momento comprendí que una como médica enfoca el aspecto de las patologías de los paciente y a veces estas cosas nos pasan por al lado y no las vemos”, reflexiona la doctora quien, en ese mismo instante, decidió que tenía que hacer algo más que autorizar a la parturienta a llevarse la manta bajo su responsabilidad.
Entonces con Olga –su madrina y segunda mamá–, comenzaron la sencilla e invalorable acción de tejer en lana cuadraditos de diez por diez centímetros que iban uniendo hasta lograr un par de mantitas cada diez días para cubrir la básica necesidad de quienes no tenían con qué arropar a su hijito recién nacido.
Hasta marzo del año pasado, el proyecto siguió motorizado desde Karina y Olga, pero a partir de las inundaciones de Tartagal sintieron que ya era hora de intentar convocar nuevas manos disponibles.
A través de una cadena de mails y un grupo en Facebook: (TEJIENDO POR UN SUEÑO); contaron la propuesta y comenzaron a recibir el mejor aplauso para la gente que hace las cosas con el corazón: ya juntaron 28.000 cuadraditos que unen las buenas voluntades de personas de todas las latitudes no sólo zonales, sino del país ¡y del mundo! Recibieron por correo envíos de cuadraditos desde España y EE.UU por ejemplo.
La foto que ilustra esta nota es una pequeña muestras de lo que logran los seres humanos cuando eligen construir…
Para quien desee participar de esta trama amorosa que en invierno multiplica sus gratitudes puede comunicarse con:
Dra. Karina Rodríguez
15 5061-5118
matiaskarina@hotmail.com