Tras 47 años acompañando a los vecinos de Castelar en la decoración de nuestras casas, ayudándonos a renovar los espacios “de afuera” sin olvidar la calidez que mejora “los adentros”, en Febrero se despide del barrio el querido Chipy´s. En estas líneas, una carta escrita desde el Alma por Sandra Campanelli.
Nos conocimos el 10 de Diciembre de 1963 en ese local de Castelar Sur desde donde se veía el Sarmiento que invitaba cada tanto a contar vagones eternos para mi poca estatura. Allí comenzó “don Oscar” –mi papá– con su marca registrada: “Llévelo señora, después me lo paga” o “Pruébelo y si no queda bien lo cambia”.
Me vienen recuerdos de amigos que ya no están físicamente pero permanecen entibiando la memoria del corazón. Y me vienen oleadas de la galería Miriam; La Recova; la sedería…
Un día aterrizó el progreso y “el otro lado” empezó a crecer y crecer. Vio la luz la Galería Norte y de la mano de “Santiago” don Oscar se hizo presente ahí también. Fue el tiempo de siembra enriquecido con las orejas de Coco, el Vasco, Antonio, Pablo y tantos otros personajes que disertaban en charlas de café.
Luego seguimos “los chicos” (Gabriel y quien escribe) y mamá Neliz se sumó al proyecto y muchos de lo que están leyendo estas letras fueron testigos de cada paso que hoy evoco. Inauguramos en Carlos Casares 918, en “la pecera” frente a la cortada; en la financiera… y el viejo siempre al frente con su Gran Sonrisa y su buen trato.
A los niños que fuimos la vida nos bendijo con hijos propios y seguimos adelante con la ciudad que se expandía. Entonces fue Plaza Oeste “porque si venía el shopping habrá que estar”, decía él sin mucho convencimiento. Él… que de pronto se fue tan amoroso, en un verano donde había poquitos de todos lo que tanto lo querían porque eran las vacaciones. Y continuamos nosotros, “los de Chipy´s”; como muchos nos nombran.
Avanzaron los edificios, el paisaje ya no es el mismo y la vida nos invita a recorrer otros caminos. Es tiempo de crecimientos personales, es tiempo de cambios y por eso también de Agradecimientos Eternos. Como el que “don Oscar” tenía hacia ustedes; la gente de Castelar, por haber sido tan importantes en nuestras Vidas.
Gracias. Gracias. Gracias. Y aunque el negocio de aquí se cierre, nuestro corazón y las ganas de seguir encontrándonos para recordar bellos momentos e iluminar los proyectos está disponible.